03 de enero, 2015
Por:Aurelio Contreras Moreno
Por:Aurelio Contreras Moreno
La tarde-noche del viernes 2 de enero, el periodista y activista
Moisés Sánchez Cerezo fue secuestrado por un comando armado en el
municipio de Medellín, colindante con el puerto de Veracruz.
Los plagiarios sacaron por la fuerza a Sánchez Cerezo de su domicilio
particular y también se llevaron consigo su computadora personal, equipo
fotográfico y teléfonos móviles.
Moi, como es conocido en su comunidad, edita un pequeño periódico en Medellín, La Unión, que publica cada que puede, así como un blog del mismo nombre.
Moi, como es conocido en su comunidad, edita un pequeño periódico en Medellín, La Unión, que publica cada que puede, así como un blog del mismo nombre.
En ese espacio, se dedicó a registrar el surgimiento de uniones
vecinales para defenderse de la delincuencia que asuela al municipio,
exhibiendo la incapacidad de la autoridad local en manos del alcalde
panista Omar Cruz Reyes, quien de acuerdo con los familiares del
reportero lo habría mandado amenazar hace pocos días, exigiéndole que ya
"le baje".
Para completar el ingreso con el que mantiene a su familia, Moisés
conduce un taxi en Medellín, a la par de su labor periodística social y
de su activismo comunitario.
Eso bastó para que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa,
minimizara el secuestro de Sánchez Cerezo, a quien con abrumador
desprecio llamó "taxista y activista ", omitiendo deliberadamente su
condición de periodista y como si no fuera un ciudadano veracruzano que
se mereciera la misma atención del gobierno, o como si no tuviera
derechos.
De ese mismo calibre fue la respuesta de la autoridad ministerial. A
pesar de que la familia presentó de inmediato la denuncia
correspondiente, las pesquisas iniciaron tres horas después de los
hechos, gracias a la presión ejercida por periodistas de dentro y fuera
de Veracruz para que el gobierno de Javier Duarte cumpliera con su
obligación de investigar la comisión de este delito.
Desde la misma noche del viernes 2 de enero, los gatilleros
cibernéticos del gobierno de Javier Duarte se dedicaron a esparcir
rumores sobre la supuesta y falsa localización de Sánchez Cerezo, así
como a intentar denostarlo, de la misma manera como han hecho en los
demás casos de periodistas agredidos en Veracruz durante el actual
régimen.
Hasta el momento, la Comisión Estatal de Atención y Protección a
Periodistas de Veracruz, que recién estrenó como presidenta a Benita
González, no ha hecho ninguna clase de pronunciamiento oficial sobre el
secuestro de Moisés Sánchez Cerezo. Sólo el comisionado Jorge Morales
Vázquez ha exigido la aparición con vida del reportero y activista,
mientras el gobierno de Javier Duarte dice que ya investiga.
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