domingo, 4 de septiembre de 2022

Que tiempos aquellos. ¿ y hoy?



Por Alux Draco


Hace unos días en el transporte público, escuche sin querer una conversacion, dos señores uno de cuarenta y el otro más o menos de cincuenta y cinco años, comentaban un tema político, se la pasaron hablando sobre la corrupción política, de los politicos que son electos para un cargo público y luego renuncian para escalar a otro puesto, ambos coincidían en que todo es igual, que los ciudadanos eligen un cambio y hay políticos que se aprovechan de la confianza brindada y siguen con prácticas del pasado. Y hay partidos políticos buscando alianzas por que no son capaces de mostrar un proyecto original y quieren llegar al poder a como de lugar. Y el actual gobierno ha reciclado a elementos del viejo régimen, gente con el único ideal  "la ambición personal".

Me quede pensando en esa percepción de los señores, los escuche con atención, y recuerdo que de niño a los siete años, pude percibir algo andaba mal en los políticos, en el gobierno y en la religión (Cómplice del poder).

Eso pensaba por que conversaba más con adultos, y me chutaba la conversacion de los mayores debido a que mi madre me llevaba a su trabajo ( Casa de un Cura), ella por ser una madre soltera no tenia con quien dejarme. Y en ese entonces, si un niño no jugaba con otros niños y por la pobreza no tenia acceso a una televisión (En casa ajena no te dejaban ver tv) no me quedaba de otra que interactuar con las personas que estuvieran más cerca.

Sin embargo por haber vivido en la casa de un sacerdote católico y dada la condición económica de mi mamá, ella trabajaba en el servicio doméstico, por lo cuál en ese lugar yo tenia acceso a revistas tanto de tipo religioso como de carácter informativo, las revistas que recuerdo aún eran Aguiluchos,

 Esquila Misional, Almas 
y el Selecciones del Readers Digest, Revista de la embajada de la URSS.
 

Inicialmente me atraían de gran manera las tiras cómicas de Lorenzo y Pepita, Educando a Papá y los suplementos dominicales de conocido diario local con la serie el Principe Valiente y Olafo el Amargado etc.

Además tuve acceso a periódicos locales y nacionales. Ello me permitía darme cuenta de la situación política que presentaba el país.

Por un lado existía un discurso oficial a través de los medios decía que el país iba bien, mientras revistas como los Agachados y Supermachos de Rius nos ilustraba  con sus historietas cómo se las gastaba el partido gobernante y la iglesia.


Pero mi percepción de ese entonces no sólo era por la influencia de las lecturas, mi condición de pobreza me hacia ver la situación en carne propia, mi hogar bastante humilde (viviamos en un cuarto) a veces no habia nada de comer, cuándo mi madre no tenia trabajo, pero al lograr el trabajo en casa del cura la comida fue un asunto resuelto por varios años desde que entré a la primaria hasta que termine la secundaria.

Vivir en la casa del líder religioso nos dió la oportunidad de alimentarnos bien y llevar un vida más llevadera. Pero para mí, experimentar la pobreza de mi origen y ver como otros sin tanto esfuerzo viven mucho mejor me hacia reflexionar, que  nuestra pobreza no era producto de una situación divina sino de la desigualdad de oportunidades, y en mi interior me rebele de mis creencias religiosas, en esa casa me dieron un trato preferencial por que en un principio me animaron para después de mis estudios básicos me fuera al seminario a formarme de cura; por haber aceptado mi progenitora se puso felíz (El futuro pintaba promisorio), su alegría se entendia por que era muy apegada a la religión y el sacerdote hasta me permitió comer con él en su mesa. Pero conforme pasaban los años terminé por decidir no ir al seminario, lo cuál enojó al patrón y prácticamente me corrió de su casa, mi mamá quedó sin empleo fijo, ella sin liquidación y con más años encima le costo darme estudios, afortunadamente empece a trabajar en lo que se podía.

En esa época me entusiasmaba leer los diarios, me enteraba de muchas cosas, del conflicto de Israel con Palestina, el personaje sin igual Yasser Arafat, también saber de los movimientos sociales, tuve la oportunidad de escuchar en la casa antes mencionada la radio de onda corta, en las noches escuchaba información de otras partes del mundo, recuerdo la BBC de Londres, Radio Sandino, Radio Rebelde, Radio Farabundo Martí y estaciones de Europa en español, escuchaba sobre el movimiento en Sudáfrica contra el Apartheid, también sobre el tema del sionismo, con ello me daba cuenta del imperialismo gringo en América Latina y su control a través de la OEA y la Cia.


Posteriormente unos años más tarde hubo la oportunidad de escuchar radio Universidad Veracruzana, abordando temas sociales y retransmitiendo en algunos horarios  programas de música de protesta y música clásica.

Comentar esto me gusta, creo el pasado es un referente para tratar de entender el presente.

En aquel tiempo la izquierda dividida, intentaba unirse, conocí los últimos años del Partido Comunista Mexicano, se sabía de un personaje en el Pcm, era  Valentín Campa, cuando hubo oportunidad de votar por el Pcm, eramos pocos los votantes uno, cuatro, diez máximo por casilla y era difícil saber a ciencia cierta, por qué el control de las votaciones lo llevaba el gobierno.

Me acuerdo de una anécdota, mi madre quién era completamente católica, además era catequista. La convencí a votar por el Partido Comunista, me dijo que entendía la lucha de los comunistas pero por ser ateos, no les podía dar el voto por ir en contra de sus pricipios religiosos, a mi manera siendo niño le expliqué que la lucha no era contra las creencias que había luchadores creyentes, le hablé del sacerdote Camilo Torres y del Obispo Méndez Arceo que desde sus trincheras apoyaban las causas sociales. Total la convencí, y el día de la votacion mi madre se dió el lujo ya formada en la fila, de preguntarle al presidente de casilla si podia votar ahí por el Partido Comunista, lo cuál causó sorpresa en Don Adrián, sólo atinó a decirle ¿Va usted a votar por el Partido Comunista, ud es de la iglesia? A lo que inmediatamente ella respondió con otra pregunta ¿Que no se puede? Y Don Adrián muy caballero le contestó apenado, claro que sí, cómo no se va a poder. Entendí que ella era una persona muy respetada.

Por aquellos años sólo existía un partido el Pri y sus partidos paleros, el Partido Auténtico de la Revolución (Parm), Partido Popular Socialista (PPS), Partido Socialista de los Trabajadores, y por la derecha El Partido Accion Nacional (PAN), el Partido Demócrata Mexicano (PDM) de origen cristero, y el PCM que en una coalición de partidos llegó a participar logrando en esa ocasión doce diputados prurinominales a nivel federal.

El Pri y sus partidos satélites Pps y Pst ejercieron el control político y económico con una actitud lacaya ante la influencia de los Estados Unidos y de un gran endeudamiento con la banca internacional.

Sólo había un partido político diferente (El Partido Comunista), su postura era de crítica al poder, no tenían registro y sus militantes eran reprimidos por el "Estado", sin embargo aunque su lucha era contestataria eran los únicos que disentian, y su influencia se hizo notoria en algunos sindicatos de carácter democratizador, y contra el charrismo sindical como el Sindicato Mexicano de Electricistas(SME) y los Sindicatos Universitarios, que en los años setentas fueron la punta de lanza en las conquistas laborales 

( Estos últimos terminaron por burocratizarse).

La idea como simpatizantes era: Libertad sindical, fuera el Fondo Monetario Internacional, cambio de política económica y salarial, educación gratuita, respeto a los procesos electorales, etc. La idea era transformar el país con cambio de sistema político, social y económico.

La lucha por transformar el país ha sido difícil, los grupos de izquierda en los setentas estaban divididos por una gran diversidad de posturas

 Publicación clandestina en los setentas reimpresión del año 1977

 ideológicas, unos pensaban que el único recurso de cambiar el gobierno era con la lucha armada, algunos creían que había que conformar una organización de alianzas.

Pero por dónde le buscaras organizarte, las trabas siempre se presentaban en el momento de querer cambiar y hacer las cosas de manera más colectiva, siempre la fuerza  del sistema se salía con la suya. En los sindicatos se te aplicaba la cláusula de exclusión por pensar diferente.

En mi particular punto de vista el haber ganado en el 2018 un partido diferente al Prian, es un avance y las intenciones de el actual mandatario son encomiables, pero las reminiscencias del pasado están presentes no sólo en los partidos y el gobierno sino también la sociedad que debe ser más exigente, por que la lucha ha costado bastante para que grupos de oportunistas se aprovechen y usen el poder para su beneficio personal.


Hay que recordar lo que pasó con el PRD, se convirtió en una mafia traicionando la lucha de sus fundadores, y que muchos como un servidor les dió en su oportunidad el voto, pero unos cuantos se adueñaron del partido acomodando a sus familiares en los diversos puestos de eleccion popular, posteriormente se quedaran con la administración del partido y recursos, si en su momento intentabas influir te excluían. 

Los mecanismos en los partidos se tienen que ciudadanizar con prácticas democráticas y no de grupo.

Hasta la próxima...



  

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