¡No debe haber pobres para que existan ricos!
La esencia de la 4ª T.
Lenin Torres Antonio
En estos momentos, la vieja Europa con todo su proceso civilizatorio tiene en su territorio una guerra bélica, Ucrania, que para mucho representa el parteaguas de un nuevo orden mundial económico, político e ideológico, muchos lo representan como un lucha entre el orden democrático occidental y el orden democrático autoritario fascista, de igual manera, sirve la guerra de Ucrania para observar que los reacomodos del hombre en sociedad, el agotamiento de visiones de la vida pública por lo regular, se dirimen y resuelven de forma violenta a través de la guerra; por lo que en la historia de la humanidad tenemos muy pocos ejemplos de cambios o transformaciones sociales y políticas que se hayan logrado de manera pacífica, la independencia de la India de Gandhi resulta el ejemplo icónico de esas transformaciones pacíficas, a parte de la independencia de la India que entre comillas podemos señalarla como pacífica, son contados los casos.
La inmensa mayoría de las veces los cambios o transformaciones sociales o políticas, y los reordenamientos globales, se han dado de formas violentas: independencias, revoluciones, revuelas sociales, guerras mundiales bélicas, etc., así podemos recordar la Independencia de los EEUU, la 1ª y la 2ª guerra mundial, las Colonizaciones de Asía, África y América, y Medio Oriente, por los países europeos, Inglaterra, Francia, España, Portugal, etc., o los conflictos armados que sirvieron para el enfrentamiento de los dos bloques ideológicos la URSS y los EEUU, Vietnam, la península de Corea, etc., o las injerencias armadas de los EEUU y Rusia en Afganistán, Irak, Siria, etc., o el conflicto interracial y religioso palestino e Israelí, y la desintegración de la ex Yugoslavia, o las revueltas sociales de América Latina y el Caribe: el golpe de estado a la democracia de Allende por Pinochet, las dictaduras argentinas, la revolución cubana, etc., etc.
México no ha evitado que sus principales movimientos o transformaciones sociales, la Independencia de la corona española, la Reforma por secularizar al estado mexicano, la Revolución contra la dictadura porfirista, hayan sucedidos de formas violentas a través de guerras y revueltas sociales; y antes de la 4ª Transformación Obradoristas, la represión armada del estado mexicano de Díaz Ordaz contra la protesta democrática de los movimientos estudiantiles de 1968.
Hace 4 años, en el año 2018, los mexicanos y las mexicanas de forma democrática decidimos romper con el anterior sistema político mexicano que se había corrompido, y había perdido la capacidad de una gobernanza con solvencia moral y coherencia democrática, utilizando a la democracia como un instrumento para legalizar la corrupción de la clase política conservadora que había gobernado los últimos 30 años, habían construido como bien señaló el escritor peruano Vargas Llosa, una perniciosa Dictadura (democrática) “Perfecta”, que había permitido que la democracia estuviera secuestrada, y se relevarán en el poder público los PRIANISTAS como un vulgar asunto patrimonialista.
El agotamiento y el colapso del viejo régimen político mexicano PRIANISTA se reflejó en el triunfo arrollador democrático de Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo 30.11 millones de votos, que representaron el 53.19 % del total de los votos emitidos por los y las mexicanas, la oposición PRIANISTAS por separados no pudieron ni acercarse a la preferencia electoral de AMLO, y esta ruptura histórica representó el fin de una era y el inicio de una nueva época histórica para México.
AMLO recibió un México con una profunda crisis pública en todos los indicadores, principalmente con profundas desigualdades sociales, un aumento paulatino de pobres y marginados por esos periodos neoliberales corruptos, puesto que los conservadores habían estado sirviendo al poder económico y mediático, y no al pueblo de México, recibió un México con un aumento progresivo de violencia e inseguridad, provocado por el contubernio del estado con la delincuencia organizada y la falta de atención a las causas estructurales que alimentan la violencia, la pobreza, la falta de educación, la introyección de la normalización de la corrupción, etc., un México con crisis económica y falta de crecimiento, un México endeudado, un México con nuevas generaciones sin perspectiva ni certeza de futuro, un México que había normalizado la cultura de la corrupción y simulación como una forma de vida, un México cansado y agraviado porque los que debían protegerlo, garantizar desarrollo económico, justicia social, futuro y felicidad, se habían dedicado a usarlo y traicionarlo, en suma, se habían dedicado a robar las arcas públicas.
Y lo más lamentable y peligroso, un México con una democracia que sólo servía para legalizar la corrupción, un México con un sistema de partidos políticos que sólo era instrumento del poder económico y mediático, un sistema de partidos políticos que reflejaba unísono un comportamiento enfermo de hambre de poder, y que hoy lo podemos apreciar con toda plenitud en los audios del presidente del PRI “Alito”, que nos responde a, cómo eran y son sus comportamientos, cuál era y es su visión de la política y el poder público, cómo hacían y hacen política; y que el presidente Obrador nunca se equivocó al señalar que eran los mismo, iguales, que la política que practicaban no era ciencias política sino estrategias maquiavélicas de cómo conservar el poder a cualquier costo, la mentira y la simulación eran su sello de su práctica política.
Si bien es cierto que México optó por una 4ª Transformación pacífica, también es cierto que México vive otras “clase guerras”, y las consecuencias de estos tipos de guerras no son con muertos y heridos como se da en los conflictos armados violentos, pero también en éstos tipos de “guerras”, como “la guerra sucia” de los conservadores PRIANISTAS que siguen aspirando “al poder por el poder”, pese a que el pueblo mexicano ha hablado fuerte y claro, está obstaculizando que se consolide más prontamente la nueva cultura de la honestidad y la democracia, y que los graves problemas públicos que causaron esos periodos demiurgos PRIANISTAS, se resuelvan de forma colectiva y eficiente, aunque ésta, “la guerra sucia” que ha alimentado y promovido el poder económico y mediático, utilizando a lo que queda de los partidos políticos PRIANISTAS, no ha tenidos éxito, pero si está retardando y entorpeciendo la transición democrática y la construcción de las bases estructurales de la 4ª Transformación pacífica de México.
Aceptar la mea culpa es un asunto de salud mental y coherencia democrática, así que mientras la oposición política, mediática y económica no la acepte: la clase política PRIANISTA, que es el causante directo de la degeneración de la política y la crisis pública que aún vive México, la clase económica, que utilizaron la política para beneficiarse y enriquecerse vilmente a causa del empobrecimiento del pueblo mexicano, y que se han movido sólo por sus interese de grupo minoritario, y los medios de comunicación, que encubrieron el secuestro del estado mexicano por una banda de forajidos y ladrones, y fueron cómplices y beneficiarios del contubernio con el poder fáctico, y traicionaron los principios del periodismo de imparcialidad y veracidad, y que hoy no tienen la calidad moral de criticar lo que jamás hicieron, y que muchos miembros de su gremio periodístico continúan corrompiendo la labor periodística participando en la “guerra sucia” de mentiras y calumnias fascistoides goebbellianos contra el gobierno del presidente Obrador; no podrán tener la confianza del pueblo mexicano y seguirán siendo “traidores a la patria”.
La 4ª T. encabezada por el presidente Obrador está siendo ejemplo para América Latina, que sojuzgada por el imperialismo norteamericano la ha considerado su “patio trasero”, hoy paulatinamente América Latina vive un momento de gobernanza social progresista, y los movimientos conservadores sometidos al imperio del norte son los menos. Gracias a AMLO vuelve a vivir América Latina una nueva esperanza de libertad, progreso y justicia social para todos.
No tan sólo México vive un renacimiento espiritual y humano sin ideologías trasnochadas comunistas, y si con la consciencia de un Modelo Social de Mercado, que con el mote neoliberal las últimas tres décadas operó como una herramienta para la desigualdad y la corrupción, y ahora ese Modelo Social de Mercado sirve para la justicia social y la libertad, lejos de lo que “la guerra mediática sucia y antidemocrática” pregona, nada de comunista ni populista, y si demócrata, humanista y social ejerce la gobernanza el presidente Obrador.
El presidente Obrador gobierna para todos, y si comenzó sus políticas públicas con social, fue porque fueron los excluidos que se acrecentaron en los pasados regímenes corruptos PRIANISTAS, porque entiende que la pobreza es una contradicción de la democracia y de la economía que actúa separada de la política, porque entiende que puede haber un Modelo Social del Mercado, y que no debe haber pobres para que existan ricos, pensando en la dialéctica hegeliana de la lucha de los contrarios, resuelta en una síntesis que el Modelo Social de Mercado, con una justa distribución de las riquezas que produce el estado, como lo hace Europa, contesta las críticas malsanas e ignorantes de la oposición apátrida.
El presidente Obrador está construyendo las bases para la nueva cultura política de la honestidad y la igualdad de México, está haciendo que la política siga siendo la herramienta civilizada para resolver las diferencias y gobernar para todos, está trabajando para que tengamos un sólo México.
Y las resistencias, los intereses particulares que fueron afectados con su llegada a la presidencia de la república mexicana, el ego, el clasismo, esto último, aunque no queramos aceptar constituye una de los obstáculos para construir un sólo México, ya vemos a la derecha irracional y pedante mirar hacia abajo a los “changoleones”, a los “ignorantes chairos” y a “la clase baja” que sigue a AMLO; y de pensar que esa clase de gente aspira a representar a los mexicanos, ahora pertrechados en el rencor y la pedantería, creyendo que pueden engañar y hacer creíble acusaciones como que AMLO recluta a emigrantes electoralmente, o hacerse el ofendido de ser señalado de comportarse fascistoidemente hitleriano, y así podemos señalar una retahíla de estupideces, infantilismo, perversión, etc., con que la oposición hace pseudo política, increíblemente sin darse cuenta que son otros tiempos, otro México que sabe pensar y tener opinión propia, que es difícil que sea engañado; sin dar vestigios de un cambio de actitud, las derrotas las celebran como victorias, una oposición sin proyecto alternativo de nación y liderazgos probos y humildes, sin un relevo generacional que les de otros rostros, otras actitudes y aptitudes, que hagan política constructiva, que incluso sepan perder y reconocer al adversario. Pero no es así, ni será así, la oposición política a la 4ª T. que encabeza el presidente Obrador, por lo que seguirán junto con el crimen organizado, las dos fuentes donde proviene el peligro a la gobernabilidad y la consolidación de la 4ª T. de México.
Como lo dije arriba, hay otro tipo de guerras en México, la que se libra entre la derecha conservadora apátrida que sin aceptar que son los principales responsables del estado de arte de crisis pública que aún vive México, y el movimiento progresista de la 4ª T. que encabeza el presidente Obrador, no es la más importante, puesto que pese a la “guerra sucia mediática” de la oposición PRIANISTA, económica y mediática al gobierno de la 4ª T. que encabeza el presidente Obrador, el pueblo de México que ha despertado, ha ratificado su decisión de apoyar la 4ª T. del presidente Obrador y la ha hecho suya; la verdadera guerra es la que viene de los retrogradas del pasado encubiertos en obradoristas que buscan afianzarse y apoderarse del movimiento progresista de la 4ª T., la madre de todas las guerras que vivará México, es el reto de educar y culturalizar una nueva consciencia social y una nueva política que consolide la 4ª Transformación pacífica de México, y en el 2024 veremos si “lo viejo” realmente se queda en el pasado y “lo nuevo” permanezca en el presente y convierta a la democracia en una forma de vida, y abra paso a “la gran política”.
La transición hacia la consolidación democrática y la construcción de un nuevo sistema político mexicano pasa por la continuidad del obradorismo, y el relevo generacional de la clase política mexicana, que permita cimentar la nueva cultura política, y liderazgos descontaminados de visiones patrimonialistas, por lo que el movimiento obradorista debe evitar resignificar “lo viejo” con un relevo fundacional auténticamente obradorista, evitando la continuidad de personajes del pasado que se han filtrado en la cúpula del morenismo, por lo que si pensamos en ese contexto necesario, la elección del relevo post-AMLO tiene que ser de los tres visibles, Claudia Sheimbaum Pardo, quien goza de un trabajo infatigable auténticamente obradorista, una sólida formación académica científica, y un activismo social y político que hereda de sus padres, y experiencia en la administración pública, por lo que si alguien es coherente democráticamente, tiene solvencia moral y a acompañado al presidente Obrador desde el inicio, además que sería la primera mujer presidente de México, esta sería Claudia Sheimbaum.
A 4 años del inicio de la 4ª T. pacífica de México, podemos decir que el presidente Obrador ha cumplido a pie juntilla cambiar el rostro de México, construir un gobierno plenamente social, y ha gobernado para todos los mexicanos, desafortunadamente las heridas infringidas por esa clase política PRIANISTAS son profundas, metidos en la vorágine patológica de la corrupción, creyeron su mantra de “merezco abundancia, merezco-abundancia, merezco-abundancia”, y se olvidaron del prójimo y de la ética pública, afortunadamente esa oposición pueril y sin escrúpulo no le alcanza para que haya “tiro” con la 4ª T., y seguro el presidente Obrador continuará lo que resta de su administración sentado las bases estructurales para consolidar la 4ª Transformación Pacífica de México.
Enhorabuena presidente Obrador.
Julio de 2022
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