Lenin Torres Antonio
La falta de ideologías, de proyectos de nación, de argumentos y razones ha llevado a los partidos políticos de oposición, principalmente al Partido Acción Nacional ha estar a la deriva, aparte de estar haciendo oposición ejerciendo una guerra mediática sucia y falsa contra el gobierno del presidente Obrador, ahora lo vemos orgullosos anunciar su adhesión y subordinación, en cuanto su política exterior, a una extrema derecha española, VOX, un partido franquista, racista y excluyente; y lo hacen sin hacer conciencia de las consecuencias de situarse en ese extremo político, quizás esa identificación tiene que ver con su estrategia mediática fascista de usar las técnicas goebbeliana de repetir “una mentira” hasta la saciedad hasta intentar convertir en “una verdad” o cuando menos que se parezca una verdad.
Creo que la base panista y quizás muchos dirigentes de ese partido político no comparten esa ideología extremistas y son demócratas, pero la actual dirigencia y sus representantes en el senado encabezados por el ahora extremo derecha Julen Rementería, haciendo alarde de ignorancia y desconocer a quienes promueven esa bloque trasnochado anti comunista, ni darse cuenta que los mismísimo Estados Unidos de Norteamérica no basan su lucha exterior contra el comunismo, ahora es comercial y económica, pero esos panista creen que descubren “el hilo negro” suscribiendo la “Carta de Madrid” en “defensa de la libertad, la democracia y la propiedad privada”, y posan con Santiago Abascal el líder de la ultra derecha española de VOX.
No les dan vergüenza suscribir un acuerdo de ese naturaleza, con quien dijo “que la conquista española (la esclavitud de la colonia) salvó a los mexicanos de los barbaros aztecas”, quien defiende a ultranza al rey emérito Juan Carlos de Borbon, ex rey de España acusado por la fiscalía española de corrupción y enriquecimiento ilícito, quién menosprecia a los emigrantes, y quién anteriormente miembro del Partido Popular, hizo sus negocios a través de los subsidios autorizados por la presidenta de la comunidad de Madrid la pepista Esperanza Aguirre, y ahora dirigente de un partido de extrema derecha que tiene su pseuda misión de conservar la pureza de la raza española y justificar la esclavitud de las conquistas españolas en África y América a costa de genocidios.
Actualmente la lucha entre el comunismo y capitalismo es un viejo contexto desfasado de la guerra fría, la lucha de las ideologías ha pasado, y ahora estamos entrampados en una lucha económica y comercial, como dije, ni los yanquis esgrimen esa narrativa como parte de su política exterior, porque saben que llamarse comunistas o de izquierdas es un eufemismo, dado que el sistema que sobrevivió a la caída del muro de Berlín y la guerra fría fue el neoliberalismo capitalista, y que ni el ejido en México es comunal.
Pero la carencia de un proyecto de nación, concebir la participación política como una lucha por el poder por el poder, querer sostener y justificar un sistema político, encabezados por ellos, de corrupción que lo gangrenó, y pretender con esos antecedentes ser la alternativa para México y resolver los graves problemas que ellos mismos causaron, es un despropósito y una contradicción.
Desafortunadamente la transición democrática y la 4ª transformación pacífica de México pasa necesariamente por la regeneración del sistema de partidos políticos, y que estos sean auténticamente democráticos y separados del poder público del estado, un sistema de partidos políticos con una nueva clase política que conciba la democracia como una forma de vida y la política como un compromiso ético de servir a los demás, y no una vulgar chamba desde donde abusar del poder público y confundir los intereses públicos con los privados como ha sucedido.
México vive un parteaguas histórico complejo, y peligroso, por un lado, está el intento de AMLO de limpiar la política de la corrupción, inaugurar un régimen democrático verdadero, y por el otro lado, está una clase económica y política tratando de volver a ese régimen de corrupción y desigualdad. Cómo he dicho la última palabra la tiene el pueblo mexicano, que depende que tenga activa su memoria histórica para no repetir de la historia las cosas malas que han dañado a los mexicanos y a las mexicanas, y saber que tiene el poderoso poder del voto para no dar un paso atrás por el bien de las nuevas generaciones y por la viabilidad de un México como un país soberano y capaz de salir adelante de sus graves problemas que le aquejan.
Espero que los partidos políticos de oposición recapaciten y hagan política verdadera y enriquezcan la pluralidad de las ideas, aunque con la actual dirigencia panista y la clase económica y política que todavía los controla, lo veo difícil que asuman su papel histórico en esta importante coyuntura y ruptura histórica que vive México, y que entiendan que la 4ª Transformación Pacífica de México es una responsabilidad de todos los mexicanos y los actores públicos, la 4ª T., es una ruptura histórica no una alternativa entre el pasado y el presente.
La opción de México no es un regreso al pasado en contraste con el presente, es un presente en contraste con el futuro.
Septiembre de 2021
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