Ante el escandaloso incremento de 19 mil millones de pesos de deudas estatales, la dirigencia nacional del Partido del Trabajo urge al Congreso federal para establecer candados a los gobernadores y frenar el excesivo uso de créditos, ya que de acuerdo al último reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el endeudamiento de los estados asciende ya a 535 mil 758 millones.
En este sentido es necesario establecer los términos para que un mandatario estatal contraiga una deuda, toda vez que lejos de emplear esos recursos en programas sociales e inversiones productivas y de infraestructura, suelen usarlos para fines personales, como es el caso de César Duarte en Chihuahua; Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz; Roberto Borge en Quintana Roo; Guillermo Padrés en Sonora; Andrés Granier de Tabasco, entre una amplia lista de ex gobernadores tanto priistas como panistas. Se está haciendo una costumbre que las deudas estatales se disparan exponencialmente, mientras que las arcas estatales se quedan completamente vacías, generando una crisis financiera y social en estas entidades.
Consideramos que la opacidad, la permisividad, un marco jurídico laxo, el tráfico de influencias, las complicidades y la falta de escrúpulos han generado una corrupción lacerante en el manejo de las finanzas públicas, y cada gobernador se ha convertido en un pequeño feudo, por ello se requiere de manera urgente reforzar el cuadro normativo junto con medidas que permitan la transparencia y rendición de cuentas estatales.
Insistimos en la imperiosa exigencia de establecer reglas claras en la adquisición de deuda estatal y desde luego transparencia total en la aplicación de los recursos tanto federales como estatales. A la menor indicación de que exista un mal manejo de las arcas públicas se debe actuar en ese momento y aplicar sanciones ejemplares.
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