Organizaciones sociales y comunidad científica nacional e internacional califican de preocupante la decisión y advierten grave riesgo de afectación a la selva y su biodiversidad.
- Inviable que en México se sigan afectando Áreas Naturales Protegidas destinadas a la conservación.
México, 01 de julio 2014.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente calificaron de preocupante la autorización otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al proyecto que dinamitará parte de la Reserva de los Tuxtlas para llevar roca basáltica hacia la obra de ampliación del Puerto de Veracruz.
Xavier Martínez Esponda, director de la Oficina Golfo de CEMDA, consideró que las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) están perdiendo su objeto fundamental de conservación frente a proyectos de desarrollo que no son sustentables. Esto contraviene el derecho a un medio ambiente sano consagrado en el artículo 4° de la Constitución, el Convenio de Diversidad Biológica, la Convención Ramsar, la Convención para la Protección de la Flora, Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales, entre otros. Consideró que las autoridades ambientales no están garantizando este derecho fundamental.
Sandra Moguel, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), señaló que la resolución de la Semarnat desconoce el principio de no regresión, recogido por la Política Nacional de Humedales[1], publicada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas el 2 de febrero de 2014. Esto porque la autorización de dinamitar recursos naturales en área protegida, afecta los estándares de protección ya adquiridos. Además, "esta decisión viola el compromiso internacional de México sobre conservar la biodiversidad y sus humedales en su territorio, adquiridos al ratificar la Convención de Diversidad Biológica y la de Humedales de Importancia Prioritaria Internacional Ramsar.
La autorización violenta el marco jurídico a pesar de que la autoridad argumente que se haya reducido el área, el tiempo y el volumen de roca a explotar. La autorización constituye un pésimo precedente para que se pueda continuar explotando en la reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas; ello en contraposición a los procesos de recuperación y la resiliencia de sus ecosistemas y el esfuerzo y voluntad de los habitantes del lugar por defenderlos.
A pesar de que la comunidad científica nacional e internacional ha alertado oportunamente a la Semarnat sobre los riesgos del proyecto Aprovechamiento y explotación de roca basáltica del banco ubicado en el ejido Balzapote, municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz, el pasado 26 de junio se dio a conocer que la dependencia aprobó el proyecto.
En el análisis suscrito por más de 300 científicos[2] y entregado en abril del presente año a la Semarnat, se señala que "este proyecto, que pretende extraer roca basáltica con el uso de explosivos dentro de la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, afectaría negativamente el funcionamiento de los últimos reductos de selva alta perennifolia representativos del límite norte de distribución de este tipo de vegetación en América"
Los especialistas destacaron los valiosos servicios ambientales que brinda la selva de Los Tuxtlas, a pesar del grave problema de deforestación que enfrenta actualmente. Recordaron también que en 1998 el gobierno mexicano se comprometió a proteger y conservar el patrimonio natural de la Sierra de Los Tuxtlas a través del establecimiento formal de una Reserva de la Biósfera
Resulta claro entonces que "la minería a cielo abierto y, en particular, la explotación de basalto con el uso de explosivos que pretende realizarse en Balzapote no es compatible con el objetivo para el cual fue creada la reserva", manifestó la Dra. Karina Boege, más aún por el hecho de que el sitio donde se pretende realizar el proyecto se encuentra en una zona de amortiguamiento destinada al aprovechamiento sustentable de los ecosistemas, en la cual se prohíbe explícitamente el uso de explosivos.
Otros argumentos esgrimidos e ignorados por la dependencia son:
a)La desaparición-afectación de los pocos fragmentos de selva que aún quedan podría causar la extinción local de algunas especies o genotipos, añadiendo que la selva puede ser un hábitat relevante para las 115 especies de aves de la región que se encuentran en alguna categoría de riesgo.
b) El proyecto de extracción de roca rompería la conectividad física y funcional de elementos del paisaje, tanto entre ellos como con la zona núcleo de la reserva, amén de que se trata de un sitio donde la selva lleva 30 años recuperándose, por el retiro casi total y continuo de actividad humana.
c)La explotación de roca alterará irreversiblemente la topografía, la vegetación y los servicios ecosistémicos del área, y aumentará la vulnerabilidad de la zona núcleo a eventos climáticos como "nortes", tormentas tropicales y huracanes, que son frecuentes en la región.
Debido a lo anterior el análisis técnico de la MIA del proyecto realizado por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma de Morelos, concluyó que "el proyecto afectará de manera irreversible la integridad biológica y socio-ecológica, así como los servicios ambientales que esta región ofrece a sus habitantes". Los expertos entregaron su análisis a la Delegación de la Semarnat-Veracruz, que con esta decisión ignora dichas conclusiones.
Por esta razón, la recomendación enfática que se hizo a la autoridad es que "se niegue la autorización para desarrollar el proyecto y se busquen alternativas de desarrollo compatibles con la conservación de la biodiversidad regional como es el ecoturismo". En particular, se sugirió "explorar la posibilidad de explotar otros bancos de basalto de la región que se encuentran fuera de los límites territoriales de la reserva".
Las organizaciones firmantes manifestaron que en breve recurrirán legalmente la autorización.
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