Minerva Saucedo no tiene autoridad Moral para hablar de los 400 pueblos: del Ángel Arroyo

*El movimiento antorchista sólo ha servido de comparsa al gobierno

*Nosotros no nos dejamos dirigir

Marco Antonio del Ángel Arroyo, diputado priísta de la LXIII Legislatura veracruzana y miembro de la organización social 400 pueblos, ha sido claro al señalar que la diputada Minerva Salcedo Baca, no tiene autoridad moral para opinar sobre la organización en la que milita.

 “Minerva Salcedo Baca, no tiene ninguna autoridad Moral para hablar de la organización de los 400 Pueblos, nosotros tenemos un asunto de Justicia con el Gobierno del Estado, un despojo de 2 mil Has., dos muertos, y se nos vino el sistema político encima en esos tiempos, pasaron dos presidentes de la República, dos gobernadores, resistimos el manotazo. Nosotros no somos una organización de cemento, varillas láminas, ni mucho menos, de apropiarnos de programas sociales.”

 Al ser interrogado sobre si las opiniones que vierte al respecto son dictadas por algún político o gobernante que esté patrocinando la organización, el legislador local fue tajante:

 “Tengo la costumbre hablar nada más por mí, no puedo hablar por mi partido, ni por los demás, sólo por mí, ni desacredito ni desapruebo por consigna”.

 Respecto a las dos iniciativas que ha presentado, el Diputado Local señaló:

 “Por reglamento interno, las comisiones tienen 10 días para dictaminar una iniciativa o propuesta, hacerlo en favor o en contra pero en un plazo de 10 días” señaló que la comisión en la que participa, Gobernación, se reúnen constantemente para dar trámite a las solicitudes y propuestas e iniciativas que llegan y darles trámite dentro del periodo que marca el reglamento interno.

 En mi caso, -señaló- cumplí como diputado al ser productivo, dar iniciativas de ley, pero iniciativas que vienen de clamores populares, no de ocurrencias y los integrantes de la comisión no me las han dictaminado, los diputados debemos entender que el trabajo es a favor o en contra, pero no mandar las iniciativas a la congeladora, me preocupa, como diputado, que si esto se lo hacen a un miembro de un cuerpo colegiado, ahora imagínate a un ciudadano que quiera hacerlo por medio de la iniciativa popular, entonces dormiría el sueño de los justos.

 Al ser interpelado sobre si dicha situación es un modo de represalia política, el legislador señaló:

 “No quiero pensar que sea una represalia política porque entonces no habría democracia, ¡imagínate!, si a un legislador le quieren mandar todas sus propuestas a la congeladora, entonces es lamentable este asunto; pero yo volveré a presentar la iniciativa una y mil veces, no tengo ningún problema ¿Quiénes son los que tienen problema? Los que no cumplen el reglamento. Esa es la gente que tiene el problema, no de los que estamos haciendo un buen papel, sino de quienes no cumplen el reglamento. Los que son miembros de la Comisión de Justicia y Puntos Constitucionales”. Enfatizó

 ¿No te da miedo ser priísta y ser salmón al mismo tiempo, es decir, ir contra corriente en tu partido?

Bueno, soy priísta de una corriente que se llama Nacionalismo Revolucionario, que le ha dado resultados a la patria y que la encabezó el General Lázaro Cárdenas, que fue quién se enfrentó a las compañías petroleras, luchó por fincar la educación laica y gratuita, el reparto de tierras, el que incluyó al pueblo en la política, si el PRI hubiera seguido siendo el PNR, habría sido un partillo de elites y no de masas.

 Soy priísta y además, convencido del ideal de Lázaro Cárdenas, soy un priísta convencido de los ideales por los que luchó y perdió la vida Carlos Alberto Madrazo Becerra, quien luchó por la democracia interna del partido.

 Y soy un priísta convencido de que el ejercicio de gobierno puede ser honesto, como lo demostró en su momento Gustavo Carvajal, que puede recorrer el país y el Estado de Veracruz sin que nadie le pueda reclamar nada sobre su honestidad mientras estuvo en la función pública y demostró que sí se puede ser un funcionario público que debe cumplir con la encomienda que le encarga los ciudadanos, si se trata de un cargo de elección popular, o una encomienda que ha sido dada por un gobernador o presidente de la República y hacerlo de manera impecable y trabajando de forma intachable.