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sábado, 12 de abril de 2014
En Tlacotalpan, fandango de niñas y niños por la naturaleza y el arte
* El fandango ayuda a promover la tradición de su pueblo y a ocuparse en algo artístico que los salva del ocio improductivo, coinciden niños bailarines
Tlacotalpan, Veracruz, 11 de abril de 2014.- Leonel Huerta Toledo, maestro de jarana de la Casa de la Cultura “Agustín Lara” de Tlacotalpan realiza su labor movido por el corazón, su tarea es sembrar en los niños y jóvenes de Tlacotalpan el gusto por el son jarocho. Su amor por el son viene de tiempo atrás: su bisabuelo, Alfonso Cámara, tocaba esa música. Él y su familia saben que éste es el sonido de su pueblo. Música “nacida del campo, del río”.
El pasado fin de semana, el joven maestro jaranero llevó ese gusto al parque Nicolás Bravo de Tlacotalpan. Ahí, como parte del 4º Festival Niñas y Niños por la Naturaleza y el Arte que realiza el Gobierno del Estado de Veracruz a través del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) en coordinación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el grupo de niñas y niños que él coordina tocaron sones enraizados en la forma de vida campesina: “El pájaro Cú”, “La guacamaya”, “El toro Zacamandú” y “La iguana”, entre otros.
Ante los espectadores congregados en el parque, los niños demostraron con soltura y gracia las lecciones aprendidas cada tarde en la Casa de la Cultura “Agustín Lara”, donde reciben clases, además del maestro Leonel, de Elena Ramírez Aguirre y Leobardo Núñez, profesores de fandango. Durante hora y media, el ensamble infantil de son jarocho conformado por niños de entre 10 y 13 años, y una pequeña de apenas tres o cuatro que hizo su debut, hicieron sonar sus jaranas acompañados por un vibrante y estético zapateado.
Entrevistados al término del festival, los niños afirmaron que aprender fandango y jarana les sirve no sólo para promover la tradición de su pueblo sino, también, para ocuparse en algo artístico que los salva del ocio improductivo. José Miguel Bravo Reyes, de 12 años y con una experiencia de cuatro años en el fandango, ilustra lo anterior. Él opina que es importante que los niños aprendan a bailar fandango porque es bonito y son las tradiciones de su pueblo; además, su mamá lo mandó a aprender para que “ya no ande en la calle”.
A Lino Reyes Blanco, de 11 años, le gusta bailar fandango porque le sirve para socializar con lo demás y le parece un baile atractivo. Por ello considera relevante que el IVEC impulse este tipo de actividades. Al realizar la Casa “Agustín Lara” estos eventos atrae a otros niños que aprenden de la cultura tlacotalpeña, dijo.
Gladis Jimena Delgado Mendiola, de 13 años, ensaya también todos los días de 18:00 a 20:30 horas. Primero hacen ejercicios de calentamiento, de estiramiento; luego inician con el zapateado. El fandango y el son jarocho sirven para que Tlacotalpan tenga más turismo, para que se “luzca más”, dice Gladis con seguridad. Tiene nueve años bailando, empezó desde los cuatro. Le gusta el fandango porque gracias a él ha visitado otros lugares del país, como la ciudad de Puebla, Tlaxcala, Xalapa, Matías Romero y Huayapan de Ocampo y se siente orgullosa al decir que es originaria de Tlacotalpan.
Para Iván Martínez Caballero, de 11 años, el fandango es muy bonito. Él, afirma visualizándose en el futuro, le dirá a sus hijos que el son jarocho es parte importante de la cultura tlacotalpeña y se los enseñará. Por ello, pese a su corta edad, resalta la importancia de que el IVEC desarrolle estas actividades culturales.
Poco antes del festival conversamos con Cristóbal Alejandro Salamanca Andrade, director de la Casa de la Cultura “Agustín Lara”, quien destacó la importancia que se les está dando a las Casas de Cultura en todo el estado y el gran apoyo que han recibido tanto de Rodolfo Mendoza Rosendo, director General del IVEC, como del presidente municipal de Tlacotalpan, Homero Gamboa Martínez, para impulsar las actividades realizadas en la institución que dirige.
Salamanca Andrade destacó que en la Casa “Agustín Lara” se está forjando y fomentando la tradición y el folclor de Tlacoltalpan; se preserva la danza, la música. Aspecto que tiene íntima relación también con la atracción de turismo, puesto que la cultura, afirma, “es la carta de presentación del ayuntamiento con el turismo”.
Entusiasmado porque ya está en puerta el festival del 40 aniversario de la Casa de Cultura “Agustín Lara” (14, 15 y 16 de mayo), Alejandro Salamanca afirmó que el público que asiste a la Casa de la Cultura es en un 70 por ciento infantil y juvenil. Esto resulta importante, dijo, porque ahí precisamente se concentra el futuro de Tlacotalpan.
Para concluir, comentó: “Un niño que crece en la Casa de la Cultura “Agustín Lara” es un ciudadano sano. Podremos presumir al decir: ‘este niño nació aquí y creció acá, en la
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- Simón Rodríguez Triano
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