*Impartió el Seminario II “Gobernanza Local; el Arte del Buen Gobierno”, en el Diplomado de Gestión y Desarrollo Local, organizado por el Congreso de Veracruz y la Unión Iberoamericana de Municipalistas, gracias al apoyo del diputado Jorge Carvallo Delfín, presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura Local. La doctora Mercedes Ferrer y Arroyo es coordinadora del Programa de Especialización en Gestión Urbana de la Universidad de Zulia, en Venezuela.
-¿Qué significado e importancia tiene la gobernanza?
-La gobernanza desde hace diez años para acá, mucho antes de los ochenta, hay varios autores que la han estado desarrollando, pero últimamente se habla que la gobernanza es necesaria para el desarrollo sostenible, o sea, la gobernanza crea las condiciones, el buen gobierno crea las condiciones para que se concrete el desarrollo sostenible. Entonces es de vital importancia. Sin gobernanza, que significa coordinación, participación plural de actores, la participación ciudadana, la participación del gobierno, la participación del empresariado, es imposible hacer una sociedad sostenible. De ahí su importancia. Porque la gobernanza no solamente es a nivel local, a nivel nacional o nivel de un país, la gobernanza se da a nivel global. Tenemos instituciones donde México participa, por ejemplo G-20 que establece las políticas a nivel global para que se den esas interacciones, digamos que la gobernanza implica tolerancia, cordialidad, abrirse al otro, entender al otro. Por ejemplo, en el caso del cambio climático es importantísimo ponernos todos de acuerdo, ese ponernos todos de acuerdo, ese coordinarnos para gobernar un mundo, gobernar un país, gobernar un Estado, una Federación, o gobernar una ciudad, implica eso, el buen gobierno es la gobernanza.
-¿Cuál es el papel del gobernante?
-El gobernante es el director de orquesta, puede ser un gran director que está a favor de la ciudadanía, a favor el Estado, la Federación, lógicamente es el orquestador, tanto el gestor como el que permite que otros hagan, pero que lo haga como una orquesta, bien dirigida. Ese es el papel, orquestar la participación de todos, ser amplio, tener la capacidad de atender al otro, ser tolerante, escuchar, escuchar mucho a la ciudadanía, escuchar a los municipios, a los alcaldes, y a partir de una orquestación de todos los actores, con una visión clara del desarrollo y una visión clara que es generalmente el slogan que utilizan en el gobierno que simplifica la visión, la que direcciona todo el accionar de ese gobierno. Entonces, esa orquestación, esa dirección, a nosotros nos encanta cuando hay un director de orquesta que obtiene buenos resultados, bueno, digamos que el gobierno, de cualquier escala, tiene que ser un buen director de orquesta, la orquesta son los ciudadanos, son los empresarios, son los otros gobiernos que le ayudan, y tiene que ponerlos a tocar al mismo ritmo para conseguir lógicamente una música que se escuche bien en todas partes, desde el que está en el barrio hasta el que está como funcionario público o al frente de una gran empresa. Movilizar a toda una sociedad para lograr una mejor calidad de vida, independientemente del partido político que esté en funciones de gobierno. Les decía a mis estudiantes que estamos todos de acuerdo en que lo que buscamos todos los interesados que participamos en la ciudad y en el gobierno es una mejor calidad de vida para todos, que tiene que ser inclusiva, entonces estando todos de acuerdo en ese gran objetivo, lo demás, el cómo, es en el camino ver en que todo el mundo se le vaya uniendo, que movilice las voluntades de la gente.
-¿Y el papel de ciudadano?
-El ciudadano es convertirse verdaderamente en un ciudadano pleno, asumir sus deberes y asumir sus derechos, y en participar y controlar la gestión pública. No sólo se participa con el voto, se participa también viendo cómo va la gestión, controlándola, quejándose y solicitando cambios de rumbo cuando las cosas no van bien, aclarando las necesidades que tienen, diciendo cuáles son las necesidades, y ahí está la inteligencia y creatividad de un político, de escuchar, más que hablar, escuchar, escuchar al ciudadano, escuchar al empresario y decirles “bueno, esto es lo que yo quiero lograr, ayúdenme a lograrlo”, pero también el logro de su visión de gobierno, tiene que incluir todas estas necesidades, pero el ciudadano tiene que convertirse en un ciudadano pleno, ejerciendo sus derechos y ejerciendo sus deberes, y la ciudadanía implica un cambio cultural y eso es una de las cosas que en Latinoamérica más necesitamos, una ciudadanía plena, abierta, promotora del cambio social.
-¿Dónde queda la gestión y los programas de gobierno?
-Bueno, la música es la gestión y en la medida que los tonos y los acordes suenen bien, es porque la gestión va por buen camino; las políticas son parte del rumbo, del campo y del toque que hace cada uno de los individuos, es conciliar. La gobernanza tiene que ver con conciliar dentro de un objetivo general que todos estamos buscando; es conciliar, es incluso tener la capacidad de reconocer cuando no se tiene éxito, para repensar y cambiar el rumbo y decírselo, incluso, de frente a la ciudadanía, el político debe reconocer y decir “no vamos por lo que yo quería lograr, voy a cambiar el rumbo, lo voy a cambiar de esta manera”, tener presencia ante la ciudadanía, tener la valentía y la capacidad de reconocer, de ser responsable de sus actos, reconocer cuando se va bien y decírselo al ciudadano y reconocer cuando no se va bien para cambiar el rumbo y de igual manera decírselo al ciudadano. Es decir, la comunicación empieza a ser estratégica en la gobernanza, no sólo la coordinación y orquestación de actuaciones de todos los niveles de gobierno, sino también la presencia del político, la capacidad de rectificación, la capacidad de escuchar a quien no esté de mi bando político, pero que me interesa porque al final es con ellos y todos los ciudadanos con los que se tiene que trabajar.
5 de septiembre de 2011
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