miércoles, 26 de enero de 2011


ENTREVISTA
RENÉ AVILÉS FABILA, UNA VIDA SIN PARAR DE ESCRIBIR



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Critica el periodismo que se hace hoy, cercano a los políticos y el poder; lejano a los ciudadanos.


México, D. F., a 25 de enero de 2011


Con un nuevo material en los anaqueles de las librerías, 4 más cocinándose y uno en perspectiva, René Avilés Fabila continúa la celebración de sus 70 años de vida y 50 de escritor, incluido el homenaje de este domingo 30 en Bellas Artes, cuando será “protagonista de la literatura mexicana”.

Luego de tantos homenajes el futuro es escribir, afirma el periodista y también académico.

“Estoy concluyendo 3 o 4 libros, puliéndolos, ordenándolos; son cuentos y tuve que acomodarlos, ajustarlos temáticamente y eso me ha llevado tiempo. Aprovecho el tiempo para corregir. Mi otra pasión es el periodismo, aunque me genera problemas y aversiones, también afectos, no puedo dejarlo. Para mí el periodismo es una especie de amante maravillosa que amo entrañablemente, más que mi esposa la literatura y pienso seguir escribiendo en los medios; la academia es otra actividad que se lleva parte de mi vida y tampoco la pienso dejar, seguiré con mis tres actividades centrales”.

Avilés Fabila acaba de publicar “Antigua grandeza mexicana”, un libro nostálgico donde pinta a la ciudad de México, al Centro Histórico de los años 40, durante su niñez, el cual será presentado durante la Feria del Libro en febrero y tal vez antes en algún otro recinto.

“Eran los años de la Segunda Guerra mundial; un país hermoso, promisorio, con gente buena, era raro ver un acto de violencia, era raro ver un decapitado, asesinados y no había razones para hacer una guerrilla; no había narcotráfico.

“Esperamos esté plenamente distribuido para promoverlo porque creo que vale la pena, es un libro de nostalgias, de un Centro Histórico… todavía con jardineras, fuentes, sin ambulantes, aquello que ustedes ya no vieron que yo todavía si alcance a ver. Son recuerdos muy lindos de cuando el centro era el lugar fundamental de la educación. Ahí estaba la universidad, ahí estaban los intelectuales, los pintores, las grandes instituciones de cultura”.

En aquellos tiempos, recuerda Avilés Fabila, “conocí a figuras muy admirables como (David Alfaro) Siqueiros y escritores como Agustín Yánez, a (Rafael) Solana a (José) Revueltas a infinidad de artistas que veías ahí, a periodistas que podías conocer: bueno entonces es un libro de nostalgias de lo que hemos perdido”.

Uno de los libros que está por finalizar se llama “La invención del espejo”, de 240 o 250 páginas en donde recoge trabajos y conferencias relacionadas con la literatura. “Es una faceta que poco he mostrado, la de ensayista, la del que también se preocupa por temas culturales o por grandes personajes de la literatura y de la pintura; ese libro ya está listo, ahora lo que necesito es encontrar editor porque como ven, produzco más de lo que mis editores pueden absorber”, expresa Avilés Fabila.

- ¿Hay algún tema pendiente que le gustaría abordar?

- Sí. Hay un tema. Siempre digo que mi literatura tiene tres vertientes: la amorosa, la política y la fantástica. La política como “El Gran Solitario de Palacio” o “Los Juegos”; la fantástica en los cuentos, sobre todo de fantasía en “Carrusel” y la amorosa en novelas como “Tantadel”, “La Canción de Odette”, “Requiem por un Suicida”, pero quiero juntar las tres en una sola en donde esté la política, el amor, la fantasía y esa es una tarea que le estoy dando y dando vueltas; no sé cómo empezar, a veces empiezo como si fuera una novela amorosa, a veces como si fuera una novela política y no he visto contemplado como entraría ahí la fantasía, la imaginación algo más allá de la realidad… no lo sé todavía. Entonces supongo que ya quitándome de encima los libros que estoy por concluir, esta novela será el trabajo al que le dedique mucho tiempo.

Avilés Fabila colabora en dos diarios donde su escritura está encaminada al análisis de los temas político-sociales en el país, donde critica a sus actores. También critica al periodismo.

“Veo al periodismo lleno de sangre, de amarillismo; es verdad como dicen muchos colegas: el periodismo refleja la realidad y la realidad en estos momentos es violenta, la realidad es difícil, pero esa realidad la han pervertido también los medios de comunicación siguiendo a los muy malos políticos que tenemos; no creo en los partidos políticos, absolutamente en ninguno; creo que son los responsables de la crisis que está llevando el país y finalmente los medios de comunicación que les hacen tanto caso. Tendrían que asumir una actitud mucho más cautelosa, más crítica ante esta realidad y ante estas perversiones de los partidos políticos y del propio estado en su conjunto”.

Agrega que hemos envilecido mucho a un país tan hermoso y que “no merecemos esto como sociedad, definitivamente no. Lo que debemos hacer como periodistas pienso yo, como comunicadores, es serle completamente útiles a la sociedad y no al poder, ayudar, orientar a que despierte ese gigante que se llama sociedad mexicana”.

La academia, dentro de la que él se encuentra podría ser un ariete para comenzar ese cambio, afirma, sin embargo en este momento se encuentra en una difícil situación. “La academia no está muy bien, la educación primaria, la educación fundamental se descuidó sobre todo por los gobiernos panistas; no quiero decir que antes estaba bien, no, por supuesto que no, pero ahora está peor y las universidades públicas que son todavía el orgullo de la educación en México, están un tanto abandonadas, necesitan un mayor, apoyo sobre todo comprensión”.

La educación pública, afirma, es el momento de rehacerla, de apoyarla, de devolverle la dignidad que tuvo. “Mi mamá era una maestra de primaria y vivía dignamente, muy decorosamente de solamente dar clases en una escuela primaria; hoy no se puede decir lo mismo, hoy el mismo sindicato está envilecido, en fin, yo creo que hay que luchar desde abajo desde la sociedad para darle un énfasis a la educación mexicana”.

Finalmente, “una pregunta que me gustaría enfrentar y para la cual no tengo la respuesta es: ¿Por qué no hay apoyo para proyecto tan importante como es el Museo del Escritor?”, se cuestiona el representante de la literatura de “la onda”, quien este domingo estará acompañado por José Agustín, Silvia Molina, Bernardo Ruiz y Eraclio Zepeda en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de las Bellas Artes, a las 12:00 horas.

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