En México, se guarda una memoria triste acerca de actos de traición que han significado, perdida de territorio, perdida de soberanía y dignidad, ha significado también quebranto a la hacienda pública, enajenación de bienes nacionales a manos privadas nacionales y extranjeras, burla, engaño y el más lamentable de los rasgos que han acompañado estas traiciones, el cinismo.
La conquista de México a manos de los españoles, a más de la crueldad y la barbarie con la cual se mostraron los conquistadores, de crucifijo y espada, contó con la complicidad de personajes y pueblos enteros, la más célebre de todas lo fue La Malinche, Malitzin, Malinali o Doña Marina, como la llamo el conquistador Hernán Cortez, en descargo de este personaje podemos decir que actuó de la forma como lo hizo, como una manera de conservar la vida, recordar que esta mujer inteligente y brillante sin duda, fue entregada como tributo a los conquistadores después de haber perdido una batalla ante ellos, La Batalla de Centla.
La narrativa que ha predominado en nuestro país, acerca de este personaje es contundente, se le considera una mujer que traiciono a su raza y se puso al servicio y del lado de los crueles y sanguinarios conquistadores, desde entonces el termino malinche es usado para tildar a aquellos personajes que traicionando principios de hermandad y raza, se doblegan y son serviles ante potencias o príncipes y reyes extranjeros.
Otro de los personajes que significan o significaron traición y entreguismo lo es sin duda el ave de mal agüero, Antonio López de Santa Anna, individuo miserable que mal gobernó nuestro país por once ocasiones y que tras la derrota en San Jacinto, fue apresado por los gringos y trasladado a Washington, para recuperar su libertad, pierde el hoy estado de Texas. Por los absurdos caprichos de la historia vuelve a enfrentar al ejército norteamericano con los desastrosos resultados ya conocidos, su veleidad, frivolidad y ausencia de principios, configuran a un sujeto vil y traicionero, el gran zarpazo que significó la perdida de la mitad del territorio nacional, lo resume con pesadumbre el historiador Ramón Alcaraz en Apuntes para la historia de la guerra entre México y los Estados Unidos (México, Siglo XXI, 1980):
“La guerra concluyó, dejando en nuestros corazones un sentimiento de tristeza por los males que nos había ocasionado, y en nuestro ánimo una lección viva de que, cuando se entroniza el desorden, el aspirantismo y la anarquía, se hacen difíciles el día de la prueba, la defensa y la salvación de los pueblos.”
Luego los conservadores que fueron allende el mar, a ofrecer como imperio, a una nación que resistía la invasión del ejército francés y tenía en Benito Juárez, el valladar en contra de los traidores que, como símbolo de la victoria y la resistencia de un pueblo, fusiló por traición a la patria a Miguel Miramón y a Tomas Mejía, al príncipe se le fusiló por invadir una patria que por derecho propio era libre y soberana.
En tiempo más recientes, la traición de Porfirio Díaz al abdicar de los principios liberales y convertirse en un dictador de cuchillo y horca, la felonía del chacal Victoriano Huerta que cegó la vida del apóstol de la democracia, Francisco I madero, Guajardo asesinando en Chinameca al general Emiliano Zapata.
La traición para configurarse, necesariamente debe venir de parte de un personaje o personas a las que se les depositó la confianza para asumir representatividad, para velar por intereses genuinos y que sean de beneficio para la sociedad que le deposita la confianza y la responsabilidad y que, según el cuerpo constitucional, deberá serles reconocido por la nación o si no, en caso de omisión o traición, les será demandado.
El entregar bienes de la nación a particulares sin importar más que los beneficios particulares, con una carga de corrupción, el poder legislativo, se ha constituido en un gran traidor a la patria, ha sido el congreso de la unión un ente legitimador de despojos y corruptelas, siempre que se lleva a cabo un acto de esta naturaleza se viste o reviste de un aparente estado de derecho y un falso interés por el bienestar de la nación, la lista de atracos legitimados por este órgano, muchas veces vergonzante es larga, recordemos algunas.
La venta de Teléfonos de México, aduciendo incapacidad del estado para invertir y mantener como entidad pública a esta empresa, empresa que por cierto fue ancla para que Carlos Slim se convirtiera en uno de los hombres más ricos del planeta, la venta de IMEVISION hoy TV AZTECA, una venta plagada de corrupción en los que el hermano del entonces presidente Caros Salinas, Raúl Salinas confesó haber financiado al dueño de TV AZTECA, Ricardo Salinas Pliego para la obtención de dicha televisora, las modificaciones a la ley minera que significó la entrega indiscriminada de concesiones y también fortaleció económicamente al grupo compacto que, por años, se enseñoreo en nuestro país y que eran quien en verdad mandaban y siguen mandando en el PRI y el PAN y ahora en el vergonzante PRD.
Administraciones portuarias, la otra privatización de Salinas.
Quizá uno de los actos más ominosos lo fue sin duda el haber convertido deudas privadas en deuda pública, tras la privatización de la banca mexicana, otro atraco, otra traición, ante la evidente incapacidad de los neo banqueros y su voraz apetito por el dinero fácil, los bancos en menos de cinco años estaban en una situación de quiebra, se acudió a su rescate con recursos públicos y un doce de diciembre, las bancadas cómplices del pri y pan, ahora el prian, le asestaron una puñalada a la nación y traicionando la confianza depositada en ellos, como representantes populares, nos endilgaron una deuda que, a decir, de los especialistas, se terminara de pagar en el año 2070, unos verdaderos traidores a la patria.
El ultimo gran acto de traición a la patria lo fue, el haberse puesto, más bien evidenciado, su papel de representantes de las empresas eléctricas privadas, nacionales y extranjeras, el bloque opositor encabezado por los partidos aliados de siempre en contra de los intereses de la nación, rechazó la propuesta de reforma constitucional enviada por el ejecutivo a esa soberanía para mantener el dominio del estado en el estratégico renglón de la electricidad, para acabar con la simulación y el atraco, para que la CFE tenga viabilidad y se revierta la tendencia a su extinción y dejar en manos privadas mas del 85 por ciento de la generación de energía.
Lo que esto significa en términos de perdida de soberanía, que los diputados vergonzantes del PRI, PAN, PRD y MC, le dieron la espalda a sus representados y de cubito supino ofertaron sus votos, no pensando en la preservación del medio ambiente, ni en las necesidades de la población, mucho menos en el fortalecimiento de las empresa publica que por años ha sido pilar de desarrollo del país, no, votaron por mantener una unidad con intereses electorales, la promiscuidad ideológica, los discursos absurdos y ridículos, la presencia de cabilderos de las empresas extranjeras en las curules de los diputados, la vergonzosa actuación de la diputada Edna Díaz del PRD, qué en el colmo del cinismo dijo que ella no sabía quien había permitido el acceso del cabildero italiano que, por arte de magia aparece justo a su lado en las curules.
Edna Díaz retratada como La Malinche.
Después de llevarse a cabo parlamentos abiertos en los que se dilucidaron todas las artimañas y corruptelas de las compañías privadas, después de que se demostró que la CFE tenía y tiene capacidad para encabezar la transición energética y ser garante de tarifas justas y preservar el medio ambiente, la discusión que ofrecieron los patéticos legisladores de oposición, versó en la descalificación, en el absurdo, en que si la casa del hijo del presidente, en que era la ley Bartlett y que Bartlett había asesinado a un agente de la DEA, esto denunciado por una diputada del PAN María Josefina Gamboa, que en estado de ebriedad atropelló y quitó la vida a un ciudadano.
Jorge Alvares Maynes, hablando a nombre del mundo, de las piedras y los animales, un ridículo total, en este concurso por evidenciarse como lerdos y apátridas, sobresale el discurso del coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, reconoce todos los argumentos que el ejecutivo esgrimió para fundamentar la iniciativa, la simulación, el engaño, el atraco de las compañías privadas y termina diciendo, en esta ocasión votaremos por México y votaremos en contra de la iniciativa de reforma, solo le falto aclarar por cual México votaba, si por el que como nación independiente y soberana aspira a generar condiciones de bienestar a la mayoría de los mexicanos, o en el México de las empresas que medran, lucran y se pretenden dueñas del futuro eléctrico del país, la respuesta es sencilla, los legisladores del PRIANRD y MC, votaron a favor de las empresas, traicionando la confianza que se les deposito como representantes populares y cargaran para siempre el estigma de la traición, son de piel fina pero de cartera amplia, les será recompensada su abyección con alguna migaja, por lo pronto para la mayoría del pueblo solo son, unos vulgares y cínicos traidores a la patria, nada más.