Por: Rogelio Alvarez
Cobro justo en telefonía móvil
Leyendo diversos medios nacionales, me he encontrado repetidamente
una nota periodística, que me provoca gran enojo y desesperación, con bombo y
platillo anuncian que en la Cámara de Diputados se aprobó el dictamen por el cual se establece
el cobro por segundo en telefonía móvil, pero en realidad esto es simplemente
una verdad a medias, es pues, una tomada de pelo, por decir lo menos. Es
necesario conocer la realidad de fondo.
En días pasados se celebró por enésima vez una reunión de la
Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, con el fin de reformar la
Ley Federal de Telecomunicaciones, la cual pretende regular el cobro justo por
segundo en la telefonía celular, hoy en día las empresas que proveen este tipo
de servicios cobran por vía del redondeo, lo que representa ingresos a esta
industria por alrededor de 500 millones de pesos diarios, mismos que son
obtenidos por un servicio que no dan, por redondear ilegítimamente.
Los esfuerzos por lograr posicionar la opción más justa de cobro
en telefonía celular no han sido suficientes, años de esfuerzos provenientes de
diferentes corrientes políticas no han logrado obtener el resultado deseado,
todo ha sido insuficiente para lograr alcanzar un clamor de la sociedad, el que
los cobros de la telefonía celular sean razonables y equitativos. ¿A quién le
parece justo que le cobren litros de gasolina redondeados? ¿Acaso en los
supermercados venden litros de 600 mililitros redondeados de leche? Pues eso
exactamente es lo que hacen las empresas de telefonía celular, cobrar 2 minutos
por hacer una llamada de 1 minuto con un segundo y así sucesivamente, redondeo
que sumado a las millones de llamadas diarias suman un millonario botín, lo que
es recíprocamente proporcional a lo tomado injustamente de las bolsas de
nosotros, los consumidores.
Los motivos para que durante años no se pueda plasmar una reforma
adecuada se pueden resumir en lo acontecido en esta última reunión de la
Comisión de Comunicaciones, donde fueron presentadas dos propuestas de reforma,
que de una lectura superficial se parecerían, pero de fondo representan
posiciones encontradas, la primera pretende poner en ley el cobro justo por
segundo como una opción sin perjuicio de todas las modalidades de cobro
posibles y otra que pretende establecer al cobro justo por segundo como la
modalidad a seguir por ley.
La opción que a la postre se alzaría con la mayoría sería la
primera, una calamidad, pues no es lo que parece, es simplemente poner ahí en
el juego de las tarifas del mercado la opción del cobro por segundo sin
modificar el status quo, el redondeo seguirá y el cambio de fondo no existe,
¿acaso modifica algo esta iniciativa? definitivamente no. Para las empresas sería
muy sencillo darle la vuelta, cumpliendo con la ley mediante planes inservibles
y continuando con los de redondeo.
Habilidosamente los legisladores que apoyaron esta propuesta
pretendieron dos cosas, desactivar la creciente e insostenible presión respecto
al cobro justo por segundo, al proponer una iniciativa que si menciona el cobro
por segundo pero que de fondo no sirve, es un espejismo, y por otro lado
colgarse una medalla de la manera más infame y grotesca posible, ostentando la
defensa de un interés que no comparten y que en realidad han atacado.
Los argumentos utilizados son por
demás insostenibles, de entrada todos los diputados presentes defendían el
cobro por segundo, aunque como ya vimos los que apoyaron la iniciativa que a la
postre se aprobó lo hacían de espaldas, de dientes para afuera, aducieron en
primer lugar el principio de libertad tarifaria, mismo que poco tenía que ver,
pero suena bonito en el discurso demagógico tan afín al medio, puesto que las
tarifas de la telefonía no serian reguladas, estas son y deben ser reguladas
por el mercado. ¿El cobro justo por segundo en que podría afectar a la libertad
de la empresas de fijar sus tarifas? claramente en nada.
En segundo lugar los defensores de la iniciativa aprobada
argumentan que mediante el establecimiento del cobro justo por segundo como
medida única, se afectaría más que beneficiar a los usuarios pues se cerraría la oferta de planes y con
ello aumentarían los precios, a su vez se producirían aumentos relacionados a la facturación de los servicios,
curiosamente reproduciendo los argumentos que pocas semanas antes presentaron
los proveedores de telefonía móvil. ¿Acaso en otros países donde se cobra lo
justo por segundo no tienen precios competitivos?, nada más falaz. Desde mi
perspectiva estos argumentos se gestan en la amenaza y la presión ¿A usted que
le parece?.
Es innegable la actuación desesperada de los diputados que
defendieron a capa y espada los intereses de la empresas proveedoras de
telefonía móvil, lo cual a mi no me provoca otra cosa que malos pensamientos.
Bajo estas condiciones se refleja de manera clara lo permeable de la
institución legislativa ante los factores reales de poder, y donde tristemente
en casos tan claros de justicia se aparta de ella y se olvida de sus
representados.
Bienvenidos
los comentarios vía twitter @rogelioalvarez o al correo rogelio_alvarez_arroyo@hotmail.com
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