*Por Yair Ademar Domínguez*
La Cuarta Transformación de la vida política de México se ha venido consolidando con el impulso del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), un proyecto que viene del pueblo, que camina con el pueblo y que es del pueblo. Todos los caminos en esta nueva forma de hacer política en nuestro país tienen que llegar al pueblo. Nuestra gente, nuestros hombres y mujeres, los jóvenes, las niñas y los niños son la ruta, la brújula y el destino.
¿Qué pasó en el pasado proceso electoral? ¿Por qué perdimos tantos estados?, se preguntan los políticos tradicionales, los prianistas, aliados ahora en un bloque opositor. Fueron repudiados, merecidamente, porque siempre utilizaron al pueblo, se sirvieron del pueblo, se enriquecieron a costa del pueblo. Pero ahora, las cosas han cambiado y es el pueblo, el empoderado, el que decide y su decisión tiene que respetarse.
En ese tenor, con esa fortaleza, con esas convicciones, vamos rumbo al III Congreso Nacional Ordinario de MORENA, como protagonistas del cambio verdadero. No podemos, como lo hemos señalado en otras ocasiones, dormirnos en nuestros laureles, porque la transformación del país implica trabajo diario, constante y permanente.
Durante los siguientes tres meses se renovarán los órganos internos de nuestro partido, tanto a nivel nacional como estatal. Necesitamos seguir aceitando nuestras estructuras y nuestras conciencias, organizándonos, fortaleciéndonos rumbo al proceso electoral del 2024. Insisto, no podemos quedarnos en el festejo, en la algarabía de los triunfos.
Los días 30 y 31 de julio se realizarán congresos distritales para elegir a Coordinadores Distritales que al mismo tiempo serán Consejeros Estatales y posteriormente serán los que voten y elijan al nuevo Comité Ejecutivo Estatal los días 6 y 7 de agosto.
Luego, el 17 y 18 de septiembre se llevará a cabo el tercer Congreso Nacional Ordinario donde se renovará el Consejo Nacional y su presidencia, al igual que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), con excepción de la Presidencia y la Secretaría General, dado que su periodo concluye hasta agosto del 2023.
También, en este Congreso Nacional se actualizarán los documentos básicos de Morena para adecuarlos a la realidad de transformación que se vive en el país, reforzando los valores de “no mentir”, “no robar” y “no traicionar al pueblo”. Además, se refrendará el método de encuesta para elegir a quienes representen electoralmente al partido, porque la encuesta no es sólo un método de selección, es el principio de que en MORENA las decisiones más importantes las toma la gente. En MORENA el pueblo manda, porque el pueblo es nuestra razón de ser y existir.
¿Quiénes podrán participar? Todos, los protagonistas de este cambio y los simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional. Aquí no hay privilegiados, como en otros partidos en dónde sólo las cúpulas deciden los puestos y el destino del mismo. Aquí somos abiertos, plurales y caben todas las expresiones. En MORENA no estamos a favor de los grupos ni de los sectarismos, ya que este partido le pertenece al pueblo, a la gente.
¿Cuál es el reto? Proyectar la fuerza electoral que hemos demostrado en la vida interna, en los liderazgos regionales en todo el país, en una vida interna democrática, de convicciones, de amplia participación. En MORENA somos plurales, porque plural es el pueblo de México. Este proceso de renovación será democrático, transparente e incluyente. Y dejará un partido organizado, unido y fortalecido que, sin importar quién sea la o el candidato, garantice la continuidad de la Cuarta Transformación en el 2024.
Para los que militamos y simpatizamos con este proyecto, debemos tener muy claro que el objetivo es consolidar y formalizar la organización interna, y que este proceso de reestructuración no sea una rendija para fomentar disputas entre los de casa que no abonan en nada. No se debe perder de vista el objetivo general y tenemos que demostrar madurez política, lo que siempre debe prevalecer es el proyecto de transformación.
Ese es, insistimos, el camino y la meta. Necesitamos de la participación de todos los hombres y mujeres dispuestos a consolidar la transformación, y de su convicción, de su mano, del sudor de su frente. No queremos cúpulas ni liderazgos rancios, queremos ciudadanos libres, mexicanos que amen su país, convencidos de que sólo con ellos podremos consolidar y transformar la vida pública de nuestro país.
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