- Una de las notas más tristes en los últimos días, lo fue sin lugar a dudas el de la joven Debanhi Escobar, una joven cuya fotografía fue difundida con mucha profusión, tomada y exhibida por un taxista que supuestamente debería haberla conducido a su hogar, la fotografía por si misma denota un abandono, una vulnerabilidad y un lamentable presagio que, tristemente se confirmo trece días después.
Lejos de emitir juicios o de sumarse al coro de opiniones en todos los sentidos, desde la re victimización, la censura al comportamiento como posibles causas de estos tristes acontecimientos, la intención es, solo ser solidarios en el dolor.
Recordar al padre Pedro Pantoja, un gran humanista que, posterior a un trágico suceso que le costó la vida a 72 migrantes centroamericanos, en San Fernando Tamaulipas, llamó a una manifestación solidaria y fraterna de dolor, acompañar, que no protestar por tan lamentable suceso.
Así mismo, manifestar hoy por hoy, el dolor solidario y fraterno para todas las Debanhis , refiriéndonos a las mujeres que, en días recientes han sido nota en el vecino estado de Nuevo León, lastimosamente la actuación del gobernador ha sido desastrosa en este sentido, en verdad no podía esperarse más de alguien que accede a esta responsabilidad, con una campaña en redes, una proyección mediática frívola y vana, que, tuvo éxito en el electorado, el desempeño solo ha mostrado que no se puede gobernar desde el Tik Tok, instagrm, tweter o facebock, la realidad les ha rebasado y a mas de la tragedia, se exhibe ahora un impericia total, un seguir tratando de gobernar de la misma manera y lo más lamentable, no garantizar la seguridad en vida y pertenencias de los ciudadanos, especialmente en el caso de las mujeres, problema no exclusivo del caso de Nuevo León, sin embargo las cifras de desapariciones y asesinatos de mujeres si ha mostrado en este estado, un aumento alarmante y no se ve reacción alguna del gobernador y de su gabinete de seguridad.
En nuestros días, los asuntos, los sucesos que han involucrado a mujeres siendo victimas de crueldad, asesinato y violación, han presentado rasgos sumamente preocupantes, uno de ellos ha sido la irresponsabilidad, frivolidad y morbo con el que se han conducido las cadenas o medios informativos, es decir, las diligencias, más bien lo que deberían ser diligencias judiciales, con secrecía, rigor científico, legalidad y profesionalismo, se han filtrado a toda clase de medios y se exhiben impúdicamente audios, fotografías, videos que deberían ser resguardados por las autoridades al ser elementos de prueba que puedan conducir al esclarecimiento, hasta hoy desconocido, de los motivos y sobre todo de los responsables de la comisión presunta de un feminicidio, condenable el actuar de autoridades y medios, estos últimos solo explotando el morbo y los primeros con una falta total de profesionalismo y respeto a los derechos de la víctima y de su familia.
En la novela El Vicario de Wakefield, de Oliver Goldsmith, hay un pasaje en el que el protagonista de la historia, un hombre justo y compasivo sentencia;
“MIENTRAS NO HAGAMOS DEL CRIMEN, UN ASUNTO EXECRABLE, NO HABRA SUFICIENTES CARCELES EN EL MUNDO, PARA CONTENER A TANTOS CRIMINALES”
Valga esta expresión para entender, o tratar de entender los lamentables sucesos de los que hemos sido testigos silentes.
Como se ha llegado a esta circunstancia desgraciada?, la explicación no es sencilla, es un asunto en el que pueden advertirse múltiples causas cuyos efectos lamentables y perniciosos han provocado tanta tristeza y dolor en nuestra sociedad, especialmente en el sensible tema de las mujeres, la mayoría de estas muy jóvenes , victimas de felonías y agresiones que, lamentablemente en muchas ocasiones han terminado con la vida de estas mujeres, jovencitas llenas de vida que, en plena primavera les ha sido cegada la vida, la más lamentable manifestación de esta descomposición heredada de sociedades sin valores ni principios, sociedades individualistas, indolentes y comodinas.
Sin aferrarse al viejo slogan de que Todo Tiempo Pasado fue mejor, si podemos advertir cambios en los modelos de conducta social, unos, producto de la entendible necesidad y anhelos de las mujeres, por integrarse en forma más activa a esquemas de educación, laborales y políticos que les eran cedidos como una gracia, no como un derecho.
Este intento por reducir la desigualad en estos ámbitos, fue propiciando además cambios culturales, las mujeres empezaron a tener mas libertades en tanto vestimenta, comportamientos, vida social, participación política, acceso a niveles superiores en educación y cultura, estos cambios, sin duda positivos, han tenido o manifestado algunos aspectos que es necesario analizar.
En algunas manifestaciones artísticas, especialmente en la música, en baladas de diversos géneros, se volvió altamente rentable, escribir con misoginia, con un profundo desprecio por la condición de la mujer, por su condición en si misma y agravada con la mofa a aspectos vanos como el color, la talla o los conceptos arbitrarios de la belleza.
Se fue normalizando esta conducta misoginia y vale la pena decirlo, aparejada a la añeja homofobia producto de una sociedad machista y rupestre, de tal suerte que las barras de seudo cómicos que han poblado el espectro desde hace por lo menos 20 años, han basado su comicidad, precisamente en la mofa, la ridiculización y denigración de la figura femenina, además de las de los homosexuales, los cuales son profusamente imitados por cómicos de segunda que ante la falta de creatividad, encuentran en la misoginia y homofobia, un filón a explotar en una sociedad que les consciente y absurdamente les sigue y aplaude.
Tuvimos al patético Adal Ramones y su espectáculo en el que hacer mofa de la muer era su suerte principal, luego Derbez desposado con una mujer patológicamente celosa y poco inteligente, los extremos de Broso cosificando la figura femenina, por cierto, se ha definido a sí mismo como un gran feminista, los cómicos que con lenguaje vulgar y en extremo agresivo describen situaciones aparentemente divertidas en las que las mujeres siempre son dibujadas como aviesas depredadoras sexuales y dispuestas a las mas aberrantes conductas si estas se aparejan con metálico, con coches lujosos o recompensas de cualquier tipo.
Es necesario reflexionar acerca de esta normalización en las conductas misóginas, agregar un componente económico que ha forzado a la mujer a integrarse a la masa laboral, no precisamente por voluntad, sino por la necesidad que impone o impuso la precariedad en el salario que hizo imposible que en un hogar se completara con el sueldo de solo uno de los cónyuges.
Los niveles de riesgo se han incrementado debido a esta clase de agresividad larvada, cultivada y reproducida por la multimedia y las conductas del diario comportamiento de jóvenes en un afán permanente de satisfacciones que no conocen los limites que la decencia y el respeto a la figura femenina tendría que prevalecer en las relaciones entre ambos sexos, de la música y canciones abiertamente misóginas, la degradación de la figura femenina aquí reseñada, tristemente asociada al consumo de alcohol y sustancias prohibida, llevan a crear situaciones en las que por lo general las jovencitas o no tan jóvenes, quedan en un estado altamente vulnerable, sin empatía, sin acompañamientos que se constituyan en un apoyo ante circunstancias graves y de gran riesgo, con gobiernos frívolos, muchas veces cómplices y encubridores de tales conductas, es menester reflexionar y tratar de generar, cono dice el presidente López Obrador, un cambio de conciencia, una revolución de la misma, en la que no prive solo lo material, en la que la solidaridad, la empatía y la fraternidad sean los más caros sentimientos y se constituyan en una barrara que evite que estas manifestaciones violentas contra la mujer se multipliquen aparentemente sin control.
Generar una cultura legal de la no impunidad, investigaciones serias, profesionales y exhaustivas, castigo a los responsables y reparación del daño, pero sobres todo, repudiar estas manifestaciones misóginas de comiquillos de cuarta, de cantantes chafas que en la mofa y la violencia encuentran fuente de inspiración, solo recordar al ambientalista de nuevo cuño, Rubén Albarrán de Café Tacuba, profundamente conmovido por la selva y el tren y que en una letra de sus canciones dice, que le meterá dos balazos a la ingrata pero que después, magnánimo, acudirá muy triste a su funeral, mira que chingón.
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