Así en Veracruz

miércoles, 6 de julio de 2011

Postura del diputado Franco en relacion a tenencia vehicular


SEÑORAS DIPUTADAS, SEÑORES DIPUTADOS

SEÑORAS Y SEÑORES

CON SU PERMISO DIPUTADO PRESIDENTE:





En diciembre del 2006, el gobierno de Fidel Herrera daba a conocer que había colocado en la Bolsa Mexicana de Valores unos Certificados de Burzatilización avalados por el 80% de los ingresos respectivos del impuesto sobre la tenencia o uso de vehículos; el dinero obtenido con la venta de certificados tendría como fin pagar la deuda de 3 mil 119 millones que había dejado el gobierno de Miguel Alemán.

La emisión original de certificados bursátiles fue de 5 mil 193 millones de pesos los cuales fueron manejados por la Secretaría de Finanzas y Planeación del estado de Veracruz y otros al Fideicomiso Público de Inversión y Fuente de Pago que los canalizó, según el propio gobierno para infraestructura en varios lugares del Estado. El compromiso creado con la bursatilización, por si lo ha olvidado, es de 30 años; compromiso que exige el pago mensual de intereses y parte del principal.

El propio gobernador Herrera Beltrán propuso a esta soberanía el subsidio del 100% del impuesto a la tenencia vehicular y que fue votado y publicado en la gaceta oficial del estado el 21 de julio del 2010. No solamente se votó el subsidio, sino también, dice textualmente el decreto en su:  Artículo tercero. No se creará impuesto alguno para sustituir el Impuesto Sobre Tenencia o Uso de Vehículos, por lo que se afectarán a los fideicomisos bursátiles, en fuente de pago, ingresos propios o derivados de la coordinación fiscal suficientes para hacer frente a las obligaciones de pago derivadas de los valores emitidos por los fideicomisos bursátiles…

Este Gobierno y esta soberanía reconsideraron y revocaron dicha reforma, de tal suerte que la tenencia volvió a cobrarse con una excepción: se subsidió el pago a todos los usuarios de vehículos con un valor menor a los 230 mil pesos y ahora, con la presente reforma al Código Financiero y la creación de un impuesto local a la tenencia o uso de vehículos… todo lo que se había dicho sobre la tenencia resultó un engaño a los electores.

Pero no solo, se ha utilizado por el Ejecutivo el manejo demagógico sobre el cobro del impuesto, lo han venido utilizando todos, de hecho en la campaña pasada por lo menos doce candidatos hoy diputados del PRI se comprometieron frente a sus electores en el sentido de no votar a favor de su cobro y ahora no honrarán su palabra al votar dicha reforma; eso, sin duda alguna, denigra a la política pues es una llana mentira al electorado.

El pago del tributo necesario, diputadas y diputados, no está en duda pues la Carta Magna lo norma textualmente en su artículo 31 fracción IV cuando nos obliga a pagar para sostener el Gasto Público.

El problema es ¿Cuánto pagar? ¿Quién debe pagar? ¿Cómo pagar? Éstas han sido las preguntas constantes de todos los gobiernos a la hora de juntar el dinero suficiente para que se pueda cumplir un plan de gobierno; pero también sin duda, de los propios gobernados ante el hecho de no ver reflejado el gasto del erario en la obra pública pertinente o el caso más injusto y criticable: el gasto oneroso de altos salarios a los altos funcionarios, para lo cual se ha acuñado la frase de que no es válido un gobierno rico con un pueblo pobre.

¿Qué sucede cuando el futuro gobernante, en aras de ganar votos, enarbola las banderas de quitar o reducir la carga impositiva sobre la población? jurídicamente nada, políticamente algo sucede; sin duda estamos frente a un acto de simple demagogia que actualmente es socorrida casi por todos los institutos políticos y que en último caso sería la ciudadanía la que, con su voto, cobraría al supuesto gobernante su acto demagógico.

Ahí está como ejemplo el virtual ganador del estado de México ofertando a los electores que la tenencia vehicular no se cobrará, esperemos que tomando y jurando el cargo de gobernador honre su palabra y demuestre que en política se puede y se debe de ser honesto con el electorado.

Debemos recordar que el Presidente Calderón cuando sometió a votación la abrogación de dicho impuesto el 29 de noviembre del 2007, lo votaron por unanimidad los diputados de la Cámara de Diputados a nivel federal, todos los partido vieron correcta la iniciativa de desaparecer un impuesto que no debía de existir desde la década de los 70’s, pues sólo había sido creado para cubrir los gastos de las Olimpiadas de 1968.

Desde el análisis jurídico, el crear un impuesto local cobrando la tenencia de vehículos siguiendo todo el proceso legislativo, no entraña ningún acto contrario a la Ley; sin embargo, bajo la lógica jurídica de que los impuestos deben de ser generales, justos, ciertos, cómodamente pagables y además recaudados para el gasto de la obra en común.

Cabe preguntarse, si existen razones económicas de fondo para transformar un impuesto federal en local, una vez que la propia federación en sus análisis económicos reconoció que ya no había necesidad de seguirlo cobrando ¿Porqué entonces unos gobiernos estatales lo quieren cobrar y otros no? Sin duda alguna porque sus otros impuestos son suficientes y les alcanza para el gasto público.

Finalmente, la creación del impuesto a la tenencia vehicular, aparte del engaño que se hizo al electorado, viene a ser gravoso para el mayor número de familias de clase media hacia abajo que tienen su vehículo como una verdadera herramienta de trabajo y no como un lujo innecesario; también no se ha tomado en cuenta que nuestros estados vecinos, dentro de poco al abrogar el impuesto, generarán que muchos veracruzanos vayan y registren sus vehículos donde no les cobren este impuesto.



COMPAÑERAS DIPUTADAS, COMPAÑEROS DIPUTADOS



Este honorable Congreso fue elegido por el pueblo no para que fuera su verdugo en la creación de impuestos, por el contrario: para que hiciera una defensa de los derechos consagrados en la Constitución.

Sin duda alguna muchos votaron con la esperanza de que bajarían los impuestos y aumentaría paulatinamente el salario y el empleo; no ha sido así, luego entonces, estará en la consciencia política de cada uno  de nosotros, si el voto de hoy es a favor del pueblo y sus anhelos de mayor justicia económica o en contra de él al cobrarle este impuesto.

Estoy convencido que una reingeniería en el gasto público, particularmente en el gasto corriente, la disminución y congelación de los altos salarios a los funcionarios de todas las dependencias; el manejo financiero en compras del gobierno; el real control de la obra pública y una plena política de austeridad en todos los rubros; así como una recaudación de otros impuestos de manera más eficiente evitando la evasión, sería más que suficiente para ahorrar y suplir el cobro de éste impuesto

Por todo lo anterior, todos en consciencia deberíamos de impedir el cobro de más de impuestos a la deteriorada economía familiar de los veracruzanos.

Es cuanto señor presidente.




DIP. ROGELIO FRANCO

No hay comentarios:

Publicar un comentario